Nuestro cliente, un empleado de rancho en el norte de Texas, perdió la vida en un accidente con un UTV (vehículo para tareas de servicio). Durante el incidente, fue arrojado del UTV y, al no llevar casco, falleció a causa de las lesiones.
Inicialmente, la defensa negó toda responsabilidad, y el rancho contaba con una cobertura de seguro limitada para accidentes. Sin embargo, durante el litigio, demostramos que el rancho tenía la obligación de capacitar a sus empleados en medidas de seguridad y de hacer cumplir las normas correspondientes, algo que claramente no se cumplió en este caso.
El caso se presentó en un pequeño condado con una población de apenas unos pocos miles de personas, muchas de las cuales tenían lazos estrechos entre sí. La relación multigeneracional entre la familia de nuestro cliente y los propietarios del rancho fue un factor importante en este asunto.
Finalmente, el caso se resolvió con un acuerdo que reconoció la negligencia y proporcionó algo de justicia a la familia.