Los accidentes automovilísticos se encuentran entre las principales causas de lesiones graves y muertes. No obstante, este tipo de accidentes pueden evitarse en la mayoría de los casos.
Aquellos conductores que toman las debidas precauciones, que siguen las reglas y que manejan civilizadamente, pueden disminuir considerablemente las posibilidades de sufrir un accidente que resulte en lesiones. Sin embargo, estos conductores también comparten las carreteras y/o autopistas con motociclistas imprudentes.
Por tal motivo, algunos conductores desquitan sus frustraciones en otros motociclistas que nada tienen que ver con sus experiencias pasadas, mientras que otros conductores deciden manejar bajo el influjo de alcohol o drogas. Aunado a ello, muchos conductores omiten realizar el mantenimiento más básico de sus vehículos, lo cual los convierte en un peligro; independientemente de la velocidad con la que conduzcan.
Todos estos factores pueden ocasionar accidentes que tengan como consecuencia lesiones serias o, inclusive, la muerte.