Las obras que constantemente se realizan en caminos y autopistas han sido un panorama muy común para los conductores en los últimos años. El tráfico vehicular, las condiciones climáticas desfavorables y las condiciones de deterioro de la infraestructura vial, han obligado a los gobiernos estatales y locales a invertir para llevar a cabo las reparaciones necesarias. Sin embargo, el incremento de estas obras también ha tenido como consecuencia el aumento de lesiones sufridas por las personas que trabajan en estas obras.
Además, aquellos conductores que no sigan los procedimientos de seguridad en estas áreas, pueden ser objeto de demandas relacionadas con lesiones en zonas de construcción, promovidas por los trabajadores lesionados y/o sus familiares.