En las últimas décadas, el número de accidentes ocasionados por manejar en estado de ebriedad ha disminuido en forma constante. Las campañas públicas, tales como Madres contra los Conductores Ebrios (Mothers Against Drunk Driving) y Estudiantes contra los Conductores Ebrios (Students Against Drunk Driving) han contribuido a crear mayor conciencia, a nivel nacional, de este problema.
Sin embargo, a pesar de sus mejores esfuerzos, todavía suceden diversos accidentes al año, ocasionados por conductores ebrios. Pese a que los conductores ebrios pueden enfrentar diversas sanciones de tipo penal, también pueden ser objeto de demandas civiles, específicamente si con motivo de los accidentes que ocasionen, resulta lesionado otro conductor o peatón.