Nuestro cliente estaba en el primer día de su trabajo como parte de un pozo en el este de Texas. Se le pidió que ayudara a limpiar el pozo de lodo. Sin embargo, nadie le dijo que tenía ácidos cáusticos en el pozo antes de que el entrara. Los ácidos quemaron sus botas y comenzaron a quemar la piel de sus piernas, causando fuertes dolores y cicatrices. Pudo gatear y pedir ayuda. En lugar de la atención médica adecuada, el supervisor vertió vinagre sobre sus quemaduras, lo que causó aún más dolor y le hizo perder la sensación en las piernas. Nuestro cliente encontró un abogado que remitió su caso a nuestra Firma ya que manejamos lesiones laborales en el la industria de petróleo y gas. Después de años de litigios, el despacho de Abogados Amaro pudo demostrar que los demandados no capacitaron ni supervisaron adecuadamente a sus trabajadores sobre los peligros en el trabajo y tampoco advirtieron sobre los peligros que deberían haber conocido.